En primer lugar, los compañeros nos han preguntado los tópicos y prejuicios que se tiene previamente sobre los presos y qué pensamos que puede hacer un Educador Social en el entorno carcelario.
Se trata de personas que han cometido todo tipo de delitos, y que tras pasar por un proceso judicial han sido aislados en cárceles. Tradicionalmente, la cárcel es un lugar que se utiliza para proteger a la sociedad de elementos peligrosos, disuadir a quienes pretenden quebrantar la ley o acallar a oponentes políticos. Cumple básicamente una función preventiva, de castigo y de reinserción social. En teoría, según la Ley Orgánica General Penitenciaria 1/1979, se pretende reeducar para la reinserción social, de forma que aquellas personas que pasen por la cárcel no vuelvan a cometer delitos como el que produjo que entraran en ella… ¿Pero se reeduca en realidad?
Para que se produzca el proceso de reeducación para la reinserción social, se deben dar una serie de requisitos. En primer lugar, debe seguir el principio de individualización, ya que el proceso y el módulo penitenciario en el que se encuentre deben ajustarse a sus características. En segundo lugar, debe cumplirse la progresión de grado, que supone la reducción de la condena cuando el preso demuestra buena conducta. Tratamiento penitenciario, a través de talleres, cursos y demás actividades educativas. Y por último, debe existir comunicación con el exterior y permisos de salida, que conecten y motiven a la persona a reintegrarse en su entorno.
Dentro de la cárcel el colectivo es muy heterogéneo, podemos encontrarnos drogodependientes, inmigrantes, enfermos mentales, deficientes patológicos, etc. Hombres y mujeres de todas las edades, de distintos entornos sociales, con distintos recorridos vitales. Damos por hecho que cada caso es un mundo, marcado por distintas trayectorias que les han llevado a cometer los delitos por los que se encuentran en la cárcel. Pero lo que hay que analizar es que de alguna manera, su proceso de socialización ha sido deficiente, y los ha llevado a cometer actos que están penados por la sociedad.
Algunas de las teorías más importantes que se han utilizado para explicar la cuestión de los delitos e infracción de la ley son las siguientes.
- Teoría de la Asociación Diferencial (Edwin Sutherland). Defiende que las personas tienden a incumplir la norma establecida, percibiendo este acto como algo positivo. Esto nos lleva a la tendencia a infringir las normas. Los comportamientos y valores de las personas son consecuencia de las experiencias vividas.
- Teorías Subculturales (Cohen). Atribuyen que las personas se dividen dependiendo de sus propias ideas, creencias, valores, a través de las cuales crean sus propias normas. Por tanto, los delincuentes tienden a unirse entre sí.
- Teoría del Etiquetamiento (Becker). Propone que el delito no se define por el acto, sino por la consecuencia de la norma y sanción aplicada al delincuente. Por tanto, si no realizamos un cierto comportamiento, es por las sanciones que de él se derivan.
- Teoría de la Relación Social. Los estigmas pueden hacer que una conducta perdure en el tiempo. Por tanto, acabamos confirmando las expectativas negativas que los demás tenían de nosotros.
Teorías criminológicas de los 90:
- Teoría General del Crimen. Proponen que las personas buscan sus beneficios a pesar de que ello suponga el incumplimiento de las leyes.
- Modelo de la coerción (Patterson). Expone que las personas van adquiriendo conductas antisociales en los diferentes ámbitos por los que se mueven (familia, escuela, amigos…) manifestándose estas en conductas antisociales en la etapa de la adultez.
Las compañeras quisieron ofrecernos una exposición más dinámica a través de la presentación de distintos profesionales que intervienen en el entorno carcelario, interpretado por las propias compañeras. Éstas representaron el rol de una educadora de la cárcel y coordinadora del CIS (Centro de Inserción Social), una coordinadora de la Asoc. Pro-Derechos Humanos en la cárcel y otra compañera representando al Padre Jesús (Párroco de Torreblanca y de la cárcel).
A través de lo que nos aportaron cada profesional, he podido hacerme una idea más amplia de cómo se trabaja en la cárcel con los presos y también sobre cómo influye y funciona la DROGA en el entorno carcelario.
El papel del Educador Social es fundamental dentro del entorno carcelario para llevar a cabo la reeducación e integración social del preso en la sociedad. Algunas de las funciones reeducativas que realiza este profesional son:
- Llevan los expedientes personales de los internos.
- Trabajan con los grupos temas educativos como habilidades sociales, los hábitos de higiene, etc.
- Realizan procesos de socialización terciaria, que pretende que el recluso desaprenda las conductas antisociales que tiene integradas, incorporando nuevas conductas para su futura reinserción social.
Pero aparte, en la cárcel también trabajan muchos otros profesionales, los cuales deben poseer ciertas características y cualidades en su perfil como:
- Gran capacidad de escucha, debido a la dificultad de las situaciones e historias que han llevado a cada persona a este lugar.
- Capacidad de comprensión y empatía, ya que a veces se crean malentendidos.
- Tener conocimientos de psicología, pues en la mayoría de los presos, la mentira es la base de sus vidas.
- Tener gran motivación e implicación para trabajar en este ámbito.
Estos profesionales trabajan en distintas áreas de profesionales que son:
- El área mixta: donde se incluyen aquellos trabajadores que no tienen mucho contacto con los internos. Ejemplos de estos profesionales son los trabajadores del economato, los encargados de los talleres, los que suministran los lotes higiénicos, etc.
- Las oficinas: se trata de funcionarios que se encargan de la gestión administrativa y el funcionamiento de la prisión.
- Los que trabajan en interior, con un contacto más directo con los reclusos. En esta área se concentran los funcionarios de vigilancia, los educadores y trabajadores sociales, psicólogos, los pedagogos, etc. se trata de un avance importante, ya que, a diferencia de otros colectivos, en este sí que se reconoce la presencia del perfil profesional del educador social.
En cuanto a las funciones del Educador Social con respecto a la reeducación de los presos (que es lo que nos interesa), resulta muy difícil llevar a cabo esta función “Desaprender lo aprendido”. Los datos nos dicen que aunque las personas tuviesen un proceso satisfactorio, es normal que como mínimo el 50% reincida. Se puede afirmar que se cumple en casos contados, pero existen muchos factores que dificultan esta reeducación como son los problemas de masificación, que dificulta los tratamientos individualizados y los continuos traslados que sufren los presos de una cárcel a otra debido a la movilidad interna. Otro factor es la pérdida del carácter intimidatorio de la cárcel, derivado de la existencia de muchas modalidades de condena. En los casos más marginales, a veces las condiciones de vida que disfrutaban dentro de la cárcel eran mejores que las que tienen fuera, lo que les hace reincidir para volver. En otros, debido a la disminución de condena, llegan incluso a pensar que ha valido la pena pagar ese precio.
Resulta muy complicado la reeducación, pero en los casos en los que se consigue también resulta muy difícil que el recluso consiga una plena integración en la sociedad y en la mayor parte de las veces a causa de nuestros prejuicios y temores. El estigma del preso perdura en la calle y hace que se le margine y no pueda adaptarse y normalizar su vida, por lo que las salidas que le quedan son bastante duras: o continua intentando hacerse un hueco y formar parte en la sociedad como otra persona más, o vuelve a tener las mismas conductas que le llevaron a la cárcel, o puede que acabe por no encontrar su libertad tan ansiada y decida abandonar su vida ante el intento frustrado de encontrar una salida.
Pienso que trabajar en este ámbito resulta bastante complicado y supone un dilema moral, pues en la cárcel podemos encontrarnos a personas que han cometido todo tipo de delitos, desde un robo a un asesinato pasando por una violación. Hechos que han causado consecuencias muy graves incluso mortales a personas y familias inocentes. Pero tenemos que tener una visión profesional a la hora de intervenir con estas personas para que puedan ser reinsertados en la sociedad porque nosotros no estamos para juzgar sino para educar. Pues se trata de un fracaso del proceso de socialización e integración social a nivel individual, profesional y social.
Me ha gustado mucho este tema porque no lo hemos tratado nunca en clase y me ha llamado siempre la atención. Además, en el 1ºcuatrimestre hice una entrada sobre presos y su intervención de reeducación y la importancia de la actuación de profesionales como los Trabajadores y Educadores Sociales. También el año pasado fuimos con el profesor Joseluís Sarasola a la cárcel Sevilla 1 y me gustó mucho la experiencia porque pude observar que el educador (aunque no fuese educador social) intervenía con algunos presos en la enseñanza de nuevos valores, conductas y habilidades sociales.
Por último, me gustaría finalizar esta entrada con una canción me os aconsejo que escuchéis su letra. el grupo se llama Disidencia y el vídeo va acompañado de fragmentos de la película El Mil Usos, espero que os guste!
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