La mujer en el mundo laboral

lunes, 9 de mayo de 2011

Hemos visto la evolución de la mujer a lo largo de la historia, pasando de estar al servicio de los demás como limpiadora y cuidadora a prepararse como una persona culta, inteligente, pasando a considerarse un espíritu libre, ansiosa por su libertad, debatiendo entre hacer lo correcto y lo que debe hacer; valiente y luchadora y, por último, a ser una persona independiente y trabajadora.

Ante esta evolución en la figura de la mujer, todas no han conseguido pasar aún a otra etapa, ya sea porque no hayan tenido oportunidades para ello o porque simplemente se encuentran satisfechas en la situación en la que se encuentran. Alguna de las causas que han podido imposibilitar la realización de la mujer ha sido la imagen estereotipada que se ha tenido siempre de la mujer teniendo como funciones básicas el cuidado del hogar y la familia.


Para introducirnos en la dificultad que ha tenido la mujer a lo largo del tiempo en el acceso al mercado de trabajo, los compañeros nos han puesto en su exposición un video donde se explican los motivos de esta dificultad que imposibilita a la mujer.


Tras comentar el video y comentar un poco sobre si existe una verdadera desigualdad en el mercado laboral entre el hombre y la mujer, los compañeros expusieron algunas de las teorías que explican esta desigualdad.


- Las teorías de la desigualdad. Éstas se basan en corrientes como el feminismo liberal o el marxismo y afirman que los hombres y mujeres están situados en una posición desigual, fruto de la organización de la sociedad, e introducen conceptos como el de sexismo.

- Las teorías de la opresión de género. Esta teoría se basa en el concepto de patriarcado, el cual constituye una estructura básica de poder que ha provocado la desigualdad de género. Es considerado como el orden social que asegura la supremacía de los hombres y del universo masculino sobre la interiorización previa de las mujeres, quedando la mujer subordinada al poder, jerarquía y valores de los hombres.

- Teoría del Techo de Cristal. Se trata de una superficie invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que le impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos, ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar. Algunas de las causas del Techo de Cristal son la maternidad, el ser amas de casa y la diversificación del trabajo. Con respecto a esto último, considero que se trata una de las causas más importantes y origen de la desigualdad.


Se comentó que como posible solución para romper este techo sería el autoempleo. Muchas mujeres deciden abandonar su carrera profesional para hacerse empresarias y gestionar así su tiempo y sus expectativas tanto profesionales como personales. Uno de los factores que influye en el crecimiento del número de mujeres empresarias y emprendedoras ha sido la insatisfacción que supone el trabajo dependiente en organizaciones poco sensibles a las necesidades de sus trabajadores.


Tanto las mujeres empresarias como aquellas que quieren conseguir llevar a término su trayectoria profesional dentro de una empresa han de aprender a valorarse y a confiar en sus capacidades, adquiridas en muchas ocasiones no sólo a través de la formación sino de la experiencia en la organización familiar en la que sí ejercen puestos de alta dirección. Las redes tanto formales como informales son también una gran ayuda para sacar adelante las empresas y para llegar a puestos directivos. El apoyo de la familia, las amistades, la formación de redes de empresarias y el incorporarse a círculos donde la mujer tiene un papel relevante son elementos fundamentales que ayudan a la emprendedora a consolidar su proyecto.


- Gilber y Taylor (1991) exponen la cultura como causa de las desigualdades entre hombres y mujeres, ya que las adolescentes tienen la concepción sobre la feminidad centrada en el amor, en la búsqueda de la pareja, el matrimonio y la maternidad. Este concepto ha hecho mucho daño a la hora de que las mujeres puedan tener otro tipo de expectativas laborales y personales, y contribuyen a la mantención de los roles.


Sobre la desigualdad del hombre y la mujer en el mundo laboral existen una serie de características que condicionan su acceso. Por un lado, se encuentran características individuales como la edad y el nivel educativo; características en la relación laboral, como el tipo de contrato, la jornada laboral o la antigüedad en el puesto de trabajo; y características de la empresa y el sector como el tamaño de la empresa,los salarios o los grupos de ocupación.


Ante estos factores que condicionan el acceso de la mujer al mercado laboral, también debemos tener en cuenta las barreras psicológicas de la propia mujer, pues… no hay mayor barrera que una misma.


Ante consecuencias de esta desigualdad, nos encontramos la feminización de la pobreza y las desigualdades salariales. Las causas que se señalan sobre esta última son:

1. Que la mujer se sitúa en aquellos sectores de actividad que cuentan con menores salarios

2. Una diferente distribución por edad con presencia de las mujeres en aquellas edades para las que los sueldos son inferiores

3. El tamaño de la empresa

4. El tipo de jornada laboral

5. La presencia de las mujeres es mayoritariamente en el empleo a tiempo parcial que supone el 20% del total de las mujeres que trabajan en relación al 3%de los hombres que están en esta misma situación.


Con respecto a la feminización de la pobreza, podemos señalar que se trata de un fenómeno global causado por las condiciones de vida a las que son sometidas las mujeres por privación de los recursos esenciales como la tierra, la herencia, los préstamos, la educación. Si se proporcionase a las mujeres el acceso a las oportunidades económicas y educativas, así como la autonomía necesaria para aprovecharlas, este fenómeno desaparecería. Se trata de un concepto importante para abrir la mente y relativizar nuestros problemas con otros que se dan en otros países y culturas, en los que la subordinación de la mujer es aún más acusada.


Como aplicación práctica se ha señalado el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Se trata de una entidad que realiza actividades de información a las mujeres sobre su derechos y los recursos disponibles, a través de la atención directa a las mujeres, primordialmente a través de sus Centros provinciales, los Centros Municipales de información a la Mujer, las Unidades de Empleo de Mujeres o el Teléfono de Información a las Mujeres y de asesoramiento legal.


El IAM ofrece distintos programas y recursos para la formación y consolidación de la vida familiar, laboral y personal de la mujer.

  • Unidad de empleo para mujeres (atención formativa, atención individual especializada (UNEM).
  • Servicio de defensa legal (en cuestión de acoso, embarazo, maternidad, etc.)
  • Plan de Igualdad de Empresa (IGUALEM)
  • Servicio de Orientación y asesoramiento a emprendedoras y empresarias.
  • Red de Cooperación de Emprendedoras.
  • Universidad y Empleo de Mujeres
  • Conciliación de la vida laboral, familiar y personal
  • Formación.


En cuanto a la figura del Educador Social, éste pude aparecer en cualquier lugar en el que se produzcan situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres: escuelas, trabajos, hogares. Pero por desgracia, esta figura profesional no está muy reconocida en este ámbito.


Pienso que no se le está dando la importancia ni el reconocimiento a esta figura profesional, fundamental en la intervención de temas como la desigualdad entre el hombre y la mujer en el mundo laboral. Se trata de educar y concienciar a los demás sobre este hecho aun vigente y relevante hoy día, donde el Educador Social se debería reconocer como esencial como en la creación de programas de prevención de desigualdad de género, fomento de la coeducación y conciliación del mundo laboral con el familiar.


Las exposiciones que se han realizado acerca de la MUJER, como la evolución que ha tenido a lo largo de la historia, el ser víctimas de la Violencia de Género o la desigualdad que han sufrido y sufren en el acceso al mercado laboral, me han ayudado bastante a tener una visión más global sobre este tema. La facilitación de información y recursos por los compañeros me ha servido para darme cuenta de que la mujer supone todavía un colectivo en riesgo de exclusión social.


Una de las cosas que he aprendido es que la mujer debe tener libertad para decidir sobre su vida, es decir, ha de ser autónoma para determinar su futuro, ya sea mediante un trabajo dentro del mercado laboral o siendo ama de casa. Debe conseguir su proyección personal.


Otro aspecto importante es que no son las mismas estrategias las que se tienen que trabajar con la mujer y con el hombre para conseguir la igualdad. Además, debe haber una concienciación y naturalidad de la mujer en el trabajo, de lo contrario, seguirá siendo un caso de intervención a tratar. Si creemos que la igualdad es posible debemos de trabajar desde ya, no sólo comentarlo en clase, sino actuar en casa, dentro del círculo de amigos, en la calle… pues podemos eliminar futuras y presentes desigualdades sociales.

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